EE.UU. se tambalea en disputa por maíz transgénico con México

Activistas de Sin Maíz No Hay País de México anunciaron en junio que más de 100,000 mexicanos firmaron cartas a los panelistas del comercio de maíz transgénico instándolos a respetar la soberanía alimentaria de México. «100.000 firmas, 100.000 voces, 100.000 semillas».

Por Timothy A. Wise| IPS News|CAMBRIDGE, MA., 20 ago 2024 (IPS) – Comienzan los alegatos finales de la demanda comercial de Estados Unidos contra las restricciones de México al maíz transgénico, y el tribunal de tres árbitros se pronunciará al respecto en noviembre. La legitimidad del propio acuerdo comercial pende de un hilo.

En el curso del proceso de un año, México ha desmantelado las reclamaciones de Estados Unidos, demostrando que sus medidas cautelares están permitidas bajo los términos del acuerdo comercial, que sus restricciones apenas impactan las exportaciones estadounidenses, y que tiene una montaña de evidencia científica de riesgo para justificar sus políticas precautorias.

¿Permitirá el panel que Estados Unidos utilice un acuerdo comercial para detener una política que apenas afecta al comercio?

El gobierno de Estados Unidos solicitó este proceso formal de resolución de disputas hace un año en el marco del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por el decreto presidencial de México de febrero de 2023 que restringió el uso de maíz transgénico en tortillas y eliminó gradualmente el uso del herbicida glifosato, que se aplica al 80% del maíz estadounidense. México citó evidencia de maíz transgénico y glifosato en tortillas y otras preparaciones comunes de maíz y documentó los riesgos de tales exposiciones, particularmente para una población mexicana que come más de diez veces la cantidad de maíz que se consume per cápita en los Estados Unidos.

¿Dónde está la restricción comercial?

La afirmación de Estados Unidos ha sido engañosa desde el principio. En su demanda, caracterizó erróneamente el decreto presidencial de México como una «Prohibición de Maíz para Tortillas» y una «Instrucción de Sustitución» para eliminar gradualmente las importaciones de maíz amarillo transgénico para la alimentación animal. México, en sus presentaciones escritas en el caso, ha objetado repetidamente estos términos.

Al llamarlo «prohibición del maíz para tortillas», Estados Unidos está implicando que México ha prohibido las exportaciones estadounidenses de maíz blanco, el tipo que se usa comúnmente en las tortillas. No lo han hecho. Solo prohibieron el uso de maíz transgénico en tortillas y en otros alimentos elaborados con maíz blanco mínimamente procesado (molido). Es una prohibición de uso, no de importaciones. Las exportaciones de maíz blanco, incluido el maíz blanco transgénico, todavía fluyen de Estados Unidos a México. Simplemente no se pueden usar en la cadena alimenticia de tortillas / harina de maíz.

Debido a que la gran mayoría de las exportaciones de maíz de Estados Unidos son variedades amarillas para alimentación animal y usos industriales, la restricción apenas afecta a los productores de maíz de Estados Unidos. ¿Dónde está la restricción comercial?

Gran parte de los argumentos de los Estados Unidos se basan en su caracterización engañosa de la «Instrucción de sustitución» como restricción al comercio. No es tal cosa.

Estados Unidos argumenta que el decreto de 2023 ordena la eventual eliminación gradual de todas las importaciones de maíz transgénico, lo que amenaza el mercado mexicano de 5.000 millones de dólares al año para el maíz amarillo estadounidense, el 97% de las exportaciones estadounidenses, en su inmensa mayoría variedades transgénicas utilizadas principalmente como alimento para animales. A pesar de que México no tiene restricciones actuales a tales exportaciones estadounidenses, y no se planea ninguna, Estados Unidos argumenta que el mandato de México amenaza las ganancias futuras que esperaba recibir del acuerdo comercial.

El abogado especializado en comercio Ernesto Hernández López se enfrentó al engaño de Estados Unidos, señalando que no existe un mandato (instrucción) para dejar de usar maíz transgénico, solo para cultivar más fuentes alternativas de alimentos no transgénicos y usarlas a medida que estén disponibles. El decreto original utiliza el término «sustitución paulatina» y deja claro que se basa en la disponibilidad de suministros.

Como señala Hernández López, el panel comercial no debería aceptar un argumento de Estados Unidos basado abrumadoramente en hipotéticas reducciones futuras en las importaciones mexicanas de maíz transgénico para piensos. El caso de Estados Unidos se debilita aún más por los datos que muestran que las exportaciones de maíz forrajero de Estados Unidos a México han aumentado significativamente desde el decreto de 2023, como resultado de las débiles cosechas debido a la sequía.

Considere los hechos

El tribunal del T-MEC debe considerar los hechos:

• Las políticas mexicanas de maíz transgénico apenas han impactado a los exportadores estadounidenses. Las exportaciones de maíz amarillo están en auge y la frontera está abierta de par en par para los exportadores de maíz blanco, incluso para las tortillas si los agricultores estadounidenses cambian a variedades no transgénicas.

• El T-MEC permite este tipo de políticas precautorias e incluso otorga excepciones especiales para políticas que apoyan las prácticas culturales indígenas. Los tribunales mexicanos han dictaminado en repetidas ocasiones que los mexicanos tienen el derecho constitucional a la protección de su patrimonio, el maíz.

• El gobierno mexicano y científicos expertos en el caso han presentado montones de datos científicos revisados por pares que documentan los riesgos para los mexicanos del maíz transgénico con residuos de glifosato, evidencia que el gobierno de Estados Unidos ha ignorado en gran medida en sus refutaciones formales en el caso.

• Estados Unidos se queda con el débil argumento de que las restricciones de México son una medida sanitaria y fitosanitaria (MSF) y requieren una estricta evaluación de riesgos antes de promulgar la política. México argumenta que la política es más que una medida de salud porque también protege el medio ambiente y los derechos indígenas. Por lo tanto, no se requiere tal evaluación de riesgos. Aun así, México ha producido mucha ciencia para mostrar el riesgo.

El gobierno mexicano también ha destacado lo laxo y plagado de conflictos de interés que es el proceso regulatorio de Estados Unidos para el maíz transgénico, una acusación respaldada por el Centro para la Seguridad Alimentaria de Estados Unidos. Esto significa que, como lo expresó un titular de Reuters en marzo, «México espera la prueba de Estados Unidos de que el maíz transgénico es seguro para su gente».

Después de cientos de páginas de documentos y dos días de audiencias, México sigue esperando esa prueba. Esperemos que el tribunal sopese los hechos, desestime la demanda de Estados Unidos y no permita que Estados Unidos haga un uso indebido de un acuerdo comercial para detener una política que no le gusta.

Timothy A. Wise es investigador principal del Instituto de Desarrollo Global y Medio Ambiente de la Universidad de Tufts y autor de Eating Tomorrow: Agribusiness, Family Farmers and the Battle for the Future of Food.

IPS Oficina de la ONU

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